Cuando pensamos en una vivienda segura, muchas veces nos centramos en puertas de entrada, alarmas o sistemas de seguridad. Pero una de las puertas más expuestas y funcionales de la casa es la puerta del garaje, y por tanto, merece tanta atención como cualquier otro elemento. Realizar un mantenimiento adecuado no solo evita averías inesperadas, sino que también prolonga su vida útil, mejora su funcionamiento y garantiza la seguridad de quienes la usan. 

En este artículo te hablamos de los tipos de puertas de garaje más comunes, por qué es fundamental mantenerlas bien, consejos para conservarlas correctamente y cómo los planes de mantenimiento de Aradock pueden ayudarte, siempre de la mano de profesionales. 

 Tipos de puertas de garaje: conoce sus particularidades

Antes de hablar del mantenimiento, vamos a repasar los principales tipos de puertas de garaje para viviendas unifamiliares o comunidades.  

Algunos de los tipos más habituales son: 

  • Puertas seccionales: se abren de forma vertical y los paneles suben hacia el techo del garaje, quedando paralelos al mismo. Ahorran espacio delante del garaje.  
  • Puertas basculantes: pivotan hacia afuera al abrirse, con un panel rígido que se mueve como una solapa. Son clásicas en muchas viviendas.  
  • Puertas enrollables: similar al funcionamiento de una persiana, la hoja se enrolla hacia arriba en un tambor, liberando el espacio interior.  
  • Puertas seccionales laterales: la hoja no va verticalmente hacia arriba, sino lateralmente hacia un costado del garaje. Ideal cuando no se puede colocar la puerta bajo el techo.  
  • Puertas de marco de aluminio o acristaladas: usadas cuando se busca añadir luz o estética moderna, sobre todo en garajes donde se desea una visión exterior. 

Cada tipo tiene componentes mecánicos, guías, herrajes, resortes y automatismos con particularidades propias. Por eso, el mantenimiento que se realice debe tener en cuenta esas diferencias. 

Por qué es crucial el mantenimiento de tu puerta de garaje

Una puerta de garaje en buen estado no solo aporta confort, sino seguridad y durabilidad. Resumimos las razones principales: 

  • Prevención de fallos y averías costosas
    Componentes como resortes, cables, rodillos o motores sufren desgaste con el uso. Si no se revisan, un fallo puede causar daños más graves o costosos. 
  • Garantía de funcionamiento seguro
    Las puertas automáticas incorporan sistemas de seguridad (sensores, mecanismos antipatadas, topes). Si no se mantiene todo correctamente, podrían dejar de funcionar los mecanismos de seguridad y convertirse en un riesgo. 
  • Cumplimiento normativo y responsabilidad legal
    En España, la normativa exige revisiones periódicas y cumplimiento de estándares de seguridad para puertas motorizadas. Realizar mantenimiento también sirve para justificar legalmente que la instalación está bajo control.  
  • Mayor vida útil
    Con cuidados adecuados, muchos elementos pueden prolongar su vida útil varios años, evitando reemplazos prematuros. 
  • Funcionamiento óptimo
    Una puerta bien mantenida se abre y cierra con suavidad, sin ruidos, sin desequilibrios ni movimientos bruscos. 
  • Preservación estética y funcional
    El exterior de una puerta está sometido a la intemperie, la humedad y cambios de temperatura. Un buen mantenimiento también ayuda a evitar corrosión, desgaste de pintura o deformaciones. 

 

Consejos prácticos para conservar tu puerta en buen estado

A continuación, compartimos una guía de mantenimiento que puedes seguir (siempre con cautela y teniendo en cuenta que algunos trabajos deben ser realizados por expertos): 

Inspección visual mensual

  • Observar guías, rieles, herrajes y bisagras en busca de suciedad, óxido, deformaciones o piezas flojas. 
  • Verificar que las juntas estén en buen estado —no rajadas ni duras— y sin obstrucciones. 
  • Comprobar que no hay objetos sueltos o residuos que interfieran con movimiento. 

Lubricación de componentes móviles

  • Aplicar lubricante (preferiblemente de silicona o especial para puertas) a rodillos, ejes, pernos y resortes. 
  • No usar aceites muy densos ni grasas que acumulen polvo excesivo. 
  • También lubrica las juntas de goma para evitar que se resequen o rajen. 

  Ajuste del equilibrio

  • Con la puerta en modo manual (desconectada del motor), abrirla unos centímetros y soltarla. Si se cierra sola o se queda abierta, podría haber desajuste en los resortes. 
  • Este ajuste puede ser peligroso si no se hace con conocimiento, por lo que es recomendable dejarlo a un profesional si no tienes experiencia. 

Comprobación de seguridad del motor y sensores

  • Verificar que los sensores de obstáculo funcionen (por ejemplo, colocando un objeto bajo la puerta para que se detenga o retroceda). 
  • Ajustar la fuerza de apertura/cierre según el fabricante, evitando que la puerta empuje con fuerza excesiva. 
  • Asegurarte de que los topes finales de recorrido estén bien calibrados. 

Limpieza y mantenimiento del entorno

  • Retirar polvo, suciedad y residuos del riel y del canal metálico. 
  • Limpiar la superficie de la puerta con agua y jabón neutro; evitar productos agresivos. 
  • Revisar tornillos y fijaciones, apretando los que estén flojos. 

Control de ruidos y vibraciones 

  • Si hay ruidos extraños, crujidos o golpes durante el funcionamiento, es señal de que algo no va bien. 
  • Identifica la zona del ruido y observa si el rodillo, el eje o el montaje está suelto o desalineado. 

Frecuencia mínima

Lo habitual es hacer una revisión ligera cada mes y una revisión más completa al menos una vez al año. Para puertas automáticas de uso frecuente, se recomienda revisar semestralmente algunos elementos críticos.  

Señales de que es necesaria intervención profesional

  • Ruidos fuertes persistentes o golpes al abrir/cerrar. 
  • Desplazamiento irregular o temblor al moverse la puerta. 
  • Resortes o cables visiblemente dañados o deformados. 
  • Mal funcionamiento del motor o sensores de seguridad. 
  • La hoja no queda alineada con los bordes de cierre. 

 

Los planes de mantenimiento Aradock: tu garantía de tranquilidad

En Aradock ofrecemos los planes de mantenimiento y mantenimiento preventivo ARADOCK, diseñados para adaptarse a diferentes necesidades de mantenimiento y asegurar que tu puerta de garaje permanezca en condiciones óptimas.  

¿Qué incluyen nuestros planes?

Los planes se estructuran escalonadamente y pueden incluir: 

  • Inspección periódica programada 
  • Certificado de seguridad de los equipos 
  • Limpieza y pequeñas reparaciones preventivas 
  • Mano de obra, desplazamientos y repuestos durante reparaciones no planificadas 
  • Descuentos y prioridad en asistencia 
  • Historias documentadas de revisiones 

¿Por qué contratar un profesional?

  • Experiencia y conocimiento técnico para diagnosticar fallos sutiles 
  • Herramientas especializadas para ajuste seguro de resortes y motores 
  • Garantía de uso de repuestos originales (por ejemplo, repuestos Hörmann) 
  • Cumplimiento de normativas y documentación legal (libro de mantenimiento, informe)  
  • Respuesta rápida ante incidencias, minimizando molestias 
  • Tranquilidad: sabes que tu puerta está bajo control profesional 

En Aradock, nuestro Servicio Técnico se encarga de la reparación y mantenimiento de puertas automáticas de garaje e industriales. Además, gestionamos el servicio postventa para puertas ya instaladas, motorizaciones y marcado CE cuando sea necesario.  

En resumen, el mantenimiento adecuado de una puerta de garaje no es un lujo: es una necesidad si buscas eficiencia, seguridad y durabilidad. Con una rutina básica de inspección, lubricación y ajuste, puedes prevenir muchas averías. Pero para garantizar que todo el mecanismo —y especialmente los elementos de seguridad— funcione correctamente, lo más recomendable es contar con la experiencia de un servicio profesional como el servicio post venta de ARADOCK. 

Si todavía no tienes un contrato de mantenimiento, es buen momento para planteártelo. Contacta con nosotros y deja en manos expertas el cuidado de tu puerta de garaje.